miércoles, 31 de octubre de 2018

¿A quiénes odian los antisemitas?



El responsable de la matanza en la sinagoga de Pittsburgh, un tal Robert Bowers, pensaba, como millones de personas, que los judíos controlan el mundo. ¿Y cómo lo hacen? ¿Cómo es posible semejante proeza? Según uno de los disparates del antisemitismo (esa mala palabra que pretende templar lo que verdaderamente es: Judenhass, odio a los judíos) lo hacen controlando las mentes de los gentiles con ideas que inculcan culpa y sumisión entre los individuos de las “razas superiores”. ¿Como cuáles? Como “derechos”, “dignidad humana” o “compasión”. Se trata de un recurso que Hitler aprovechó al máximo para avivar su teoría de la conspiración judía y reducir la identidad cultural alemana al antisemitismo. De ahí también que el verdadero poder judío no residiera tanto, según el malhadado Führer, en su poder material, sino en las mentes (el vehículo de esas ideas malignas) de los judíos y de quienes se habían contagiado con ellas (que habían caído víctimas del “judío interior” que a todo amenaza). La “higienización” de la cultura mediante el exterminio de los judíos y sus secuaces fue la conclusión trágica de esta lógica retorcida.
Robert Bowers había enviado amenazas poco antes de su crimen a la organización HIAS (Hebrew Immigrant Aid Society), llamaba “invasores” a los inmigrantes y “enemigos de los blancos” a los judíos. Dado que no podía soportar ver cómo se “asesinaba” a su pueblo, concluyó: “Todos los judíos deben morir”. No es sino una lógica ligeramente distinta de la que tracé en el párrafo anterior. Representar (y defender) a los inmigrantes como portadores de derechos y dignidad se percibe como una amenaza para la integridad de un “pueblo” cuya fuerza se “debilita” y “contamina” con elementos extraños. ¿Basta con denunciar este tipo de perspectivas como meros prejuicios anquilosados o consecuencias indeseables de la globalización? “Screw your optics. I’m going in”, fue el último mensaje que tecleó Bowers momentos antes de entrar a la sinagoga con un rifle de asalto y tres pistolas.
Desde luego que apoyarse en conspiraciones tiene la ventaja para el victimario de que le permite convertirse en víctima (como Bowers, quien “defendía” a su pueblo). Porque tampoco es fácil confesar que odiamos, que somos presa de una pasión incontrolable y a menudo denigrante. Además, el mecanismo del odio (o al menos de este tipo de odio) parece indicarnos que nunca odiamos a quien consideramos inferior a nosotros. Si algo de esto es cierto, un antisemita, por muy orgulloso que se muestre por su raza, su pueblo, sus costumbres o lo que sea, alberga en su mente la creencia, inconfesable, de que considera al judío más poderoso que él. El blanco del odio casi siempre es una representación, una idea de quién es o quiénes son los que odiamos. Para el caso del antisemitismo, todos los judíos equivalen a cualquier judío, a éste o a aquel, al conocido o al desconocido. Todos deben morir.
Me pregunto si, en la plenitud de la idiotez que colmó este indignante suceso, el vicepresidente Mike Pence no sucumbió a esa lógica cuando invitó a orar para recordar a las víctimas de Pittsburgh a un rabino mesiánico. Al parecer tenía más de sesenta opciones según el directorio de rabinos del área de Michigan en el que se encontraba y eligió traer justo al que, para los propios judíos, es en realidad un cristiano (y quizá antisemita, según la interpretación que muchos judíos hacen del movimiento mesiánico). “Tráiganme un judío, al que sea” ¿Serían ésas las palabras de Pence al emitir su orden?

1 comentario:

  1. Que triste y desesperante ver como el odio a los judíos está en crecimiento otra vez en el mundo. En internet abundan los contenidos conspiranoicos antisemitas y son muy populares, otra vez los panfletos que suministran a las mentes flojas e irresponsables de las nuevas y no tan nuevas generaciones supuestas evidencias de que los judíos están detrás de todos los infortunios. Que estúpido gritar ¡conspiración conspiración! y cuanta injusticia y dolor se genera por ello para mal de todos.

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