El martes 23 de febrero de 2016 el rabino Jonathan Sacks (escritor,
conferencista, rabino en jefe de las United Hebrew Congregations of the
Commonwealth de 1991 a 2013 y galardonado recientemente con el Premio Templeton
http://www.templetonprize.org/currentwinner.html) intervino en un debate en la Casa
de los Lores sobre el tema del Medio Oriente. Vea el discurso http://www.rabbisacks.org/rabbi-sacks-speaks-in-the-house-of-lords-about-the-middle-east/ o lea la siguiente transcripción en
español.
Mis lores, agradezco al noble lord Grade por introducir este
debate, al cual deseo añadir una observación. La democracia no se alcanza
simplemente concediéndoles a todos el derecho al voto. La libertad no se
alcanza simplemente derrocando a un tirano. Ambas requieren de un esfuerzo
sostenido de educación y un suministro equilibrado de información. Sin esto, la
democracia puede convertirse en la ley de la calle y de ahí en una nueva
tiranía, exactamente como Platón pensó que podría suceder. Después de cuatro
años, los resultados de la Primavera Árabe son un testimonio trágico de esta
verdad.
La libertad democrática se sostiene a través de medios de
comunicación que asumen como propia la tarea de presentar más de una
perspectiva de un problema complejo, y por universidades que comprendan la
importancia de la libertad académica, la cual significa escuchar
respetuosamente enfoques que difieren del propio.
Hoy esos valores están siendo minados. El Internet y las
redes sociales permiten que la gente pueda ir por la vida sin enfrentarse con
puntos de vista con los que no concuerdan. Algunas universidades han permitido
a sus estudiantes que prohíban de hecho la presentación de perspectivas con los
que no están de acuerdo. Una cultura de eslóganes dificulta que las personas
comprendan las complejidades de un conflicto político.
La mente humana encuentra difícil lidiar con la complejidad
moral y política y puede fácilmente evitarla dividiendo el mundo entre los
buenos y los demonios, y de ahí concluir que todo lo que tienes que hacer para
resolver un problema es primero silenciar, y después eliminar, a los malos. A
menudo en el pasado a los malos se los llamó judíos. Hoy se los
llama el Estado de Israel. Eso no es bueno para el futuro de la libertad en el Medio Oriente.
Quisiera exhortar al gobierno a que haga todo lo que pueda para asegurarse de
que nuestras instituciones de educación e información honren el principio de
que la justicia implica “audi alteram parte”, lo cual significa “deja también
que se escuche la otra parte”.
Traducción: Héctor Islas Azais
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